Sinópsis



Los Angeles año 2019. El escenario no puede ser más ilustrativo y lúgubre. Una mega-ciudad contaminada por la lluvia acida, ultraconcentrada, pluriétnica y gobernada por el poder de la imagen que dirige controla y seduce invitando a una mejor calidad de vida en las colonias interestelares. La publicidad se mezcla con edificios que se elevan en alturas con una arquitectura a semejanza de las pirámides aztecas en cuya cúspide descienden los “spinners”, astronaves policíacas en donde las unidades de “Blade Runners”, trabajan como caza-recompensas, policías al control de la Corporación Tyrell. Esta corporación es la que controla el mercado genético monopolizando los productos de ciertos Bio-ingenieros que trabajan de manera independiente en sus propias casas-laboratorios proveyendo de los elementos organicos -ojos, extremidades-, para dar vida a los replicantes, - los nexus 6-, fugitivos llegados a la tierra liderados por Roy Batty, León, Zhora y Pris. Grupo de elite, creados para reemplazar a la especie humana incluso superándolos en inteligencia. Estos clones humanos producidos en serie surgen a la vida con un objetivo específico: ser altamente eficientes en sus funciones, piezas de una estructura mayor, esclavos de las instituciones establecidas en las colonias para echar andar toda una maquinaria de negocio que parte desde la tierra –o en lo que quedaba de ella- al demandar un espacio habitable, ya que la vida en ésta era inhabitable. En el cielo por sobre los edificios-habitaciones, los “Zepellin” muestran pantallas luminosas publicitando el “nuevo hogar” allá lejos de la tierra en los confines reservados para algunos, sólo para algunos. Para responder a una alta especialización y productividad, los replicantes, se desarrollaban de igual o superior inteligencia de los humanos, pero carecían de lo básico para tal, las emociones. 


Tenían “todo” lo humanamente necesario para ser considerados como tales, intelecto, cuerpo idóneo, pero carecían de lo más propio del ser humano entendido como persona social, la ausencia de un pasado cuya carga emocional les diera una memoria para rememorar sus orígenes, su familia, su comunidad. Este conflicto les acarreaba rememorar un pasado inexistente, buscaban respuestas a sus preguntas ¿quien soy?, ¿de donde vengo?, ¿hacia donde voy?. En búsqueda de estas interrogantes, los nexus 6, llegaban a la tierra como fugitivos al escaparse de las cadenas de la esclavitud del que eran parte en las colonias, por lo que en la tierra, eran perseguidos por las unidades de “Blade Runners”, para pasarlos a retiro, es decir, eliminarlos porque se presumía que representaban un peligro para el Dr. Eldon Tyrell, ideólogo y “padre” de los replicantes. Este, al construir y unir todas las “piezas” de estas especies se transformaba en verdadero taumaturgo, articulándolas con un cerebro altamente capacitado, pero con una memoria artificial sostenida por recuerdos inexistentes, fotos de supuestos familiares de estos replicantes. Sabían que aquel señor, era la única persona que podría dar respuesta a lo que tanto anhelaban, ¿finitos o infinitos?. Esto porque presumían que al estar diseñados para un fín, solo eran materia útil para aquel, desechable, artificial, en el fondo finitos con un determinado tiempo de uso pero no de vida. Ellos llevaban la semilla de su propia autodestrucción y el taumaturgo, su creador, Sr. Tyrell, quizás, el que tenía el remedio o la sanación para encontrar, al menos, la muerte de forma humana, libre, oportuna y final. Pero el destino les tenía reservada una última jugada, no había vuelta atrás, del momento en que nacían ya estaban predestinados a morir en un determinado rango de acción después de ser explotados, lo inevitable, la muerte controlada. Mientras tanto Deckard (Harrison Ford), el mejor de los “Blade Runner”, los iba eliminando uno por uno hasta llegar al último, Roy Batty, el líder, quien ya interiorizado de la eliminación de sus congeneres venidos a la tierra se enfrasca en un duelo con aquel policía y luego de buscar el dolor humano al clavarse la mano de lado a lado y de varias pasadas de bala entre ambos llegan un momento en que el mismo fugitivo le salva la vida a Deckard, al sujetarlo con la misma mano sangrante de la eminente caída desde las alturas de un edificio. La última imagen y la que a la postre ha quedado insertada en el insconciente colectivo mundial. De fondo un letrero de neón de la marca TDK, el ruido de sus reflectantes y la lluvia que no para de caer en la cabeza del blondo Roy Betty cuando el replicante, fugitivo, ya en un lapsus o éxtasis interior lanza su adagio, "…He visto cosas que los humanos ni se imaginan. Naves de ataque incendiándose cerca del hombro de Orión. He visto rayos de mar centellando cerca de la Puerta de Tannhäuser…todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia… es hora de morir."